La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.
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Desde la mirada oblicua

Nos despedimos en el torno.
En la escalera mecánica iba a volverme
para mirarte y entonces recordé
algo que habías contado días atrás:

«El hombre y la mujer se despidieron
y él pensó:
“Si le gusto, se dará la vuelta”»
Ella se había girado.

En la escalera mecánica el recuerdo me hizo reír
y también tuve miedo:
no me giré.


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Aspiraciones desde la mirada oblicua

Que pueda dejar de cometer los errores de siempre
y empiece a cometer otros
totalmente nuevos.


visto y leído en www.lamiradaoblicua.bitako.com

Sobredosis

Algo me muerde el pecho
—sobre todo las madrugadas—:
es la distancia,
me digo.

Estoy tan lejos.

Desde la mirada oblicua

Amar

A veces amar consiste sólo en estar:
estar aquí cuando regresas
y también cuando no regresas.


La señorita de la mirada oblicua nos deja estos versos y yo me uno a ella. Ya saben yo te amo, cuando te pierdo y cuando te gano.

Esa mirada que todo lo sabe

Llámame sólo cuando no necesites
nada de mí,
ni siquiera
mi compañía.

Me temo que sólo entonces
podrá acudir mi corazón desnudo.



visto en www.lamiradaoblicua.bitako.com

Desde la mirada oblicua

Sé que estuve enfadada
pero ya no recuerdo por qué.

A veces consigo mirar el mundo
como si acabaran de hacerlo.

Seamos realistas

Las cosas por su nombre
Amigos y enemigos:
Mejor conocer sus nombres
para poder llamarlos,
para poder decir qué es lo que no queremos.

Desde mi mirada

Con la que está cayendo
y ni siquiera estoy segura
de si debería decir:
«Fíjate cuántas decepciones últimamente»
o más bien:
«Fíjate qué de cosas extrañas, posiblemente maravillosas,
me pasan últimamente».

Aprendizajes inevitables y serios

Escribo en serio
pero no me lo tomo muy en serio
(no me tomo muy en serio).

Es importante escribir
-–imprescindible, inevitable–-
pero no tiene importancia.

¿Merece la pena medir 1,65,
tener los ojos negros,
escribir?

No: sólo es inevitable.


La mirada oblicua.


Algunos besos son tan insignificantes que se borran con el roce de la camisa.

Debí haberlo leído antes.






palabras cercanas

Bailar toda la noche
dejando que la música
empape cada hueso y cada fibra
y al mismo tiempo
sentirse ligera como el aire.