La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

No estoy sometida a la ley del Piñón Fijo

Lean y aprendan

1 comentario:

David dijo...

No creo que se trate de eso. Además, hay cierta nostalgia en ello. Yo no he ido, pero reconozco que hubiera disfrutado como un kosako.