La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Caramelos

Fabriqué un caramelo.
Eché tus dolores y mis dudas.
Añadí tus errores y mis llantos.
Le puse unas gotas de tristeza.
Lo tomé entre mis dedos para colocarlo sobre mi labio.
Inspiré, hice desaparecer los treinta centímetros que distaban de tu boca y rocé tu nariz.
Tu mitad se introdujo en ti y mi mitad estalló en mí.
¡Nos comimos las dudas!
¡Saboreamos el triunfo!
¡Celebramos los cuerpos!

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