La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Agarrando lo bueno

Reflexionas y sientes que la vida es maravillosa. Obstáculos que has logrado superar, límites que has sobrepasado y lágrimas que se han secado. En ocasiones sientes el cansancio pero piensas que está mereciendo la pena, sin duda.
Los problemas existen pero tenemos la capacidad de afrontarlos y luchar para superarlos, con nuestras fuerzas y el apoyo de la gente que nos quiere. Esa gente que soporta nuestros malos días, nos ayuda a darnos cuenta de los errores y no aprecia con nuestros defectos.
El tiempo pone gente a tu lado y la quita, de forma temporal o para siempre y cuando un día te das cuenta que es lo que tenía que ser. Se jugaron las cartas y ganó la felicidad. Echando la vista atrás y comprendiendo que así tenía que ser.
No merece la pena perder el tiempo en añoranzas ásperas.
Cerrando puertas para que se abran ventanas por las que entra la luz y el viento que revuelve

nuestro pelo.

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