La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Crecer

Crecer, a pesar de las dificultades y de los inconvenientes que a veces aparecen en nuestro camino.
Re-inventarse y descubrir nuevos retos, lindos sueños.
La vida nos golpea, nos levantamos, sonreímos y volvemos a luchar, con más fuerza y más energía, pero es importante valorar el golpe y aprender defensas para no tropezar con la misma piedra.
Mirarse los moretones y saber de dónde vienen a dónde nos llevarán, lugares más apacibles en los que seremos más felices.
Valorar el camino, el proceso y cada uno de los pasos que damos con nuestro esfuerzo.

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