La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Son sólo recuerdos


¿Quieres dormir esta noche en mi cama?

Te advierto que algunas noches se transforma en barco, de esos con el casco de madera azul añil. Viajaremos a mares revueltos donde enfrentarse a elementos que no sean cuetión de azar, sino una apuesta segura. Si te atreves, podrás tomar el timón. Has de agarrarlo con fuerza, con mucha fuerza para que "nuestro barco"no vire hacia destinos inoportunos: el tedio, la desdicha, el enfado y las palabras confusas.

Si naufragamos, moriremos. ¿Eres consciente de ello?

2 comentarios:

Rafael García Librán dijo...

lindo

la punta de mi lengua dijo...

Pues no te creas que a mí me gusta nada de lo que escribo, estoy desentrenada y sin inspiración.