La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Nocturnidad

La noche que me quema,
que me empuja hacia el infierno
porque está tu cuerpo,
el que ya no siento.

Tu oscuridad, mi oscuridad
que ya no es nuestra.
Mi dolor que nunca te arañó,
mi miedo que nunca te dolió.

El cuidado se descuidó,
la alegría se agrió,
la armonía se desarmó.

No hay comentarios: