La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Sensación

He comenzado a despedirme,
he empezado a recoger los pedazos de corazón que fui olvidando en tus sábanas.

2 comentarios:

Rafael García Librán dijo...

No, no, no los olvidaste. Los dejabas con total conocimiento.


-precioso, por cierto-

la punta de mi lengua dijo...

¡Me pillaste!