La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Desde una lámpara

No quiero que el tiempo me de la espalda, ni quiero preguntarme qué pasó para empezar a caminar de espaldas.
Quiero seguir bailando y seguir sonriendo. No me interesa aparcar mis sentimientos, ni condicionarme con estúpidas sensaciones.
No quiero vivir con miedo.

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