La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Una vez más gracias

Recuerdo grande obras del pasado, de un pretérito que sirve cada día para componer un futuro más sólido y feliz.
No olvido sentirme dichosa por lo vivido, por lo aprendido, aunque no haya fotos que lo atestigüen. Guardo en mi memoria lindos momentos, muchos, innumerables, indescriptibles.
No me arrepiento y me emociona pensar que se puede reconstruir de un modo diferente y lleno de alegrías.
No hay problema en que en ocasiones surja el pasado con toques de acidez. En el fondo yo misma analicé muchos de esos errores, por eso crecí, porque no me mentí, porque descubrí numerosas aristas que tenía que pulir para poder hacer las cosas más sencillas, más fabulosas.
La amistad necesariamente tiene que se honesta y esa sinceridad nos ayuda a ser mejores, a avanzar.
Así que una vez más gracias.

No hay comentarios: