La punta de mi lengua: no soy docil, no lo quiero
La punta de mi lengua
Lo dejé marchar y no me arrastró.
La varita
Nos regalamos magia, convirtiendo mi miedo y tu miedo en cálidos abrazos, que adornan las noches que devoramos y los días que se visten de terciopelo para nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario