La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Cuidado, soy adictiva.

Si prefieres noches lúgubres y silenciosas, no me mires.
Si ansías quedarte en un único punto, viendo a la gente pasar, no me toques.
Si deseas no aprovechar tu instinto animal, no me beses.

Porque...
si me miras, me tocas y me besas,
voy a dar la vuelta a tu vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta "Pastillas para no soñar", de Sabina. Sabes a lo que me refiero, ¿verdad?