La punta de mi lengua: no soy docil, no lo quiero
La punta de mi lengua
Lo dejé marchar y no me arrastró.
¡Quimeras!
Colores
en las nalgas
y en las venas.
Estruendo
para vivir
a horcajadas
acudiendo cada noche
al torrente de dulzura que es tu vientre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario