La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Dormir

Dormir contigo,
dormir con la luna acunándome el cuerpo,
dormir entre besos,
dormir pidiéndote guerra,
dormir para mostrarte mis cicatrices,
dormir para saborear las tuyas,
dormir para llegar a mi ciudad invisible,
dormir para despertarme a tu lado,
dormir para reencontrarme con un cuerpo y sentir que sigo viva,
que continúa latiendo en mí ese corazón que sueña,
que se ha frenado esa sonrisa que lo invade todo.

Yo duermo tras la tormenta,
sueño con despertar y echarme a volar.

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