La punta de mi lengua: no soy docil, no lo quiero
La punta de mi lengua
Lo dejé marchar y no me arrastró.
Digestión
Lamentos que se encogen,
ya no resuenan en mi pecho
ni devoran mi apetito,
ni vomitan en mi cuerpo.
Sed que se convierte en seda
para acariciarme la piel
y curarme las heridas
y masticarme el ayer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario