Hay dìas que ojalà no llegaràn,
hay besos que ojalà no murieran,
hay horas que ojalà no perecieran.
Hoy la cabeza se empeña en recordarte pero las imàgenes no llegan,
¿Sabes?
No recuerdo la forma en que sonreìas,
ni como removìas el cafè,
ni la fiebre que te azotaba cuando hablabas,
ni el descanso de tu cuerpo en mi vientre.
No recuerdo tantas cosas,
he dejado de sentir tantas otras...
que dudo estar viva.
Los recuerdos se quedaron congelados y supongo que el tiempo ha hecho que se derritan.
Tal vez si yo no me hubiera equivocado en tantas ocasiones,
no estarìa abocada a dormir con perfiles olvidados y manos inmòviles.
Quizàs si no hubiera hecho por caminar de espaldas a mi destino,
no estarìa ahora peleàndome contra mi propio cuerpo que te ha desterrado sin mi permiso.
Ya no me quedan ni ganas de bailar...
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