La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Sesgos

De la noche me escapé con sueños de maicena,
arrastrando atropelladamente las cadenas,
que me impusiste mientras me perfumabas el corazón,
con veneno edulcorado y botellas de alcohol.

2 comentarios:

Germán dijo...

Bueno... el cadenero parece un personaje interesante... hay que ver qué tan pesadas son esas cadenas. Muy bueno, como siempre.

la punta de mi lengua dijo...

Sí, es un personaje interesante. Le daremos más cuerda a ver qué pasa con él.
Intentamos mejorar pero ando frita.
Gracias