La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Rasgos del amor maldito

Últimamente...
tantas promesas vacías
tantos besos furtivos
tantos abrazos fríos.

Enfrentarme al deseo con las espadas de barro,
que ni hieren ni rasgan.
Malgasto la rabia y afixio la esperanza.

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