Te echo de menos encolerizadamente.
Me dueles cotidianamente.
El cerebelo agazapado para no recordar.
Los tímpanos desaprendiendo a escuchar.
La boca malgastándose en cuerpos que no saben vibrar.
Las cuerdas vocales me estrangulan el alma a golpes de tangos y fados mal entonados.
El lóbulo
temporal
lleva
meses
reduciendo
su capacidad
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