La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

tesoros cotidianos

Tengo a todos mis niños enganchados a los "Minilibros para soñar" (recordemos que mis niños por sus dificultades no suelen estar emocionados con la lectura).
Ellos leen un poco en el suelo, luego yo. Nos vamos turnando.
Somos lobos, gallinas, chivos, niños, abuelas, huevos fritos, ogros, princesas.

Rebeca ¿Cuándo vamos a volver a leer uno de esos cuentos pequeños?
Ahora mismo.


Hasta los han puesto en su carta a los Reyes Magos.

Entre eso y el Mikado...
Hemos hecho una carta algo diferente.

No hay comentarios: