La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Orillas distintas

Hubieran hecho una pareja perfecta. Ella tiene la llave que abre los cerrojos; él la que sólo sirve para cerrar . Pero quedaron cada uno del lado equivocado de la puerta.

Diego Golombek
Cerradura
Al límite de la Palabra.
2007. Ediciones menoscuarto. Colección reloj de arena.

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