La punta de mi lengua: no soy docil, no lo quiero
La punta de mi lengua
Lo dejé marchar y no me arrastró.
Hábitos que no me habitan
Ahora celebro una ceremonia insulsa,
despertador, ducha y desayuno.
Ya no estás para secuestrarme en la cama,
para hacer de mi cuerpo ancla en tu almohada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario