La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Brindis

Me pregunté qué camino tomar: el que tenía los pasos de otros ya marcados, una senda segura pero sin nuevos retos o el que tenía que ir despejando de hierbajos yo misma con las manos, a riesgo de pincharme y de acumular cansancio, éste que no ha transitado nadie, éste que me es desconocido y acarrea más riesgos y... me lancé a lo desconicido.
¡Brindo por la ilusión de crear algo y por el esfuerzo que conlleva intentarlo!

No hay comentarios: