La punta de mi lengua: no soy docil, no lo quiero
La punta de mi lengua
Lo dejé marchar y no me arrastró.
tiempo
Somos tiempo, tiempo caducándose con el tiempo mismo.
Somos minutos, segudos y horas, consumiéndose,
diciendo adiós desde el primer instante en el que llegamos,
para marcharnos cuando el reloj marca la hora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario