La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

cierren

Dejarse vencer por el fracaso y la desilusión
al saber que no cambiarán las tornas,
que volveré a perder todas las monedas que aposté
en esta partida que era mi vida y que abandono
porque es demasiado tarde y no quiero beber más que me sienta fatal.
Prefiero un ocio quizás menos peligroso.

No hay comentarios: