La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Disculpen las molestías, estamos soñando

Llevamos ya casi una semana soñando con que otra realidad es posible, no queremos alcanzar la victoria tan sólo buscamos la justicia.

Durante estos días imagino que todos hemos ido acudiendo con más o menos asiduidad a la Puerta del Sol, viviendo en Madrid, u otros sitios, viviendo en otras ciudad de España (esta España que por fin me hace vibrar y sentir).

Quizás el ajetreo y la emoción de las primeras jornadas nos está haciendo movernos pero no reaccionar realmente. Quiero decir, el sistema que nos ha maltratado no es un ente abstracto y amorfo, es una realidad de las que todos hemos sido partícipes (indirecta o directamente) de algún modo.

Por este motivo, creo que es fundamental quedarnos un momento o una hora a solas con nosotros mismos y plantear autocrítica. Es decir, el sistema no nos gusta pero ¿Estamos preparados para realizar los cambios contingentes y necesarios para que el cambio real sea posible y no acabe desdibujado en un par de años?

No me parece una cuestión peregrina, considero que es fundamental comenzar este proceso interno de reflexión para que realmente esta "revolución" tome forma y, sobre todo, fondo.

Que nadie me malinterprete, estoy ilusionada con lo que está sucediendo, me encanta toda esa gente, que como yo, se encuentra en Sol o donde sea para proponer que podemos contruir una realidad diferente, pero esa construcción va a depender de nuestras manos, de nuestros corazones y, especialmente, de nuestras consciencias.

No hay comentarios: