La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Des-pistados

Vivo enamorada de mi compañero de piso, no sé si lo sabe. Por eso, me acuesto con él todas las noches, le doy la mano, le acaricio el cuerpo, le rompo a besos, le ofrezco mi cuerpo.
Puede... que haya empezado a darse cuenta.
Ayer por la mañana decidió traerse una amiga a casa.

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