La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Impuestos

Lo siento, hoy no estoy para nadie.
Tampoco para ti.
He pasado demasiado tiempo preocupándome por hacer las cosas bien, que no siempre coincide con lo que uno quiere.
He estado regalándote mi tiempo, olvidando mis momentos.
Ahora me encuentro en una meta que no me corresponde, con una medalla colgada al cuello que pesa y no endulza.
Quiero amar, pero no a cualquier precio.

No hay comentarios: