La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Un fin de semana saboreando caramelos de mar

He pasado un fin de semana increible, como siempre que subo al Norte. La verdad es que me siento muy cuidada y querida. He comido muchos pintxos, de hecho, creo que sólo he comido pintxos. He visitado Lekeitio. ¡Quién me iba a decir que me iba a dar tiempo a hacer turismo y todo! ¡Qué lindo pueblo! Tengo prometido volver y para quedarme más tiempo. ¡Qué paisajes en el camino de vuelta hasta Bilbao¡ No me podía despegar de la ventanilla, era pecado.

La vuelta se ha hecho menos dura gracias a una sonrisa que me tiene enamorada. La próxima subo acompañada, creo que se merece que comparta con él esas lindas tierras.

(La foto no es mía, evidentemente, como casi siempre no me lleve la cámara, los recuerdos se quedan en mi retina y en mi estómago)

No hay comentarios: