La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Agradecida y emocionada

27360 minutos rozando la perfección.
Lo único que te cambiaría es la forma en la que friegas. Incluso, pensándolo bien, creo que puedo vivir con ella.

Gracias por las atenciones en estos días en que he andado un poco delicada de salud, por fijarte en lo esencial y no quedarte en lo accesorio, por apreciar todo lo positivo y no restar con las nimiedades, por levantarte con una sonrisa siempre, por compartir conmigo tu tiempo y tus inquietudes, por no exigirme más que a ti, ni esperar nada a cambio por ser como eres y por el despertar más lindo que he tenido en mi vida. Ahh! y por el paquete de clinex más original que he visto nunca (tengo pruebas).

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