La punta de mi lengua: no soy docil, no lo quiero
La punta de mi lengua
Lo dejé marchar y no me arrastró.
Mi ego
Yo y mi hotel encantado. Volveré que nadie lo dude a disfrutar de ese entorno mágino. ¿Vendrías?
El coche que nos ha ido llevando por Suecia. ¡Qué bien conduce mi lindo caballero!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario