La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Receta: mis migas

Tu boca en mi piel,
escalofríos.
Sensaciones que recorren desde mi cuello a mis pies.
La pasión permanece dormida en mi pecho,
hasta que apareces tú.
Me miras, sonríes y el deseo se apodera de mí.
No hay modo de dormir a tu lado,
no hay forma de que mi corazón no se agite, retumbe y sienta.
Me gusta saberme salvaje,
salvajemente encontrarme con tus manos en mi cuerpo,
con mi cuerpo conquistado salvajemente por tus besos.
Experimentar cada día sensaciones nuevas,
trazadas por mi lengua indisciplinada y sedienta
de madrugada
sobre tus suaves caderas.
Reinventar el sexo, reventar el sexo,
pero que no se desgaste,
que no descanse,
que no se malgaste.
Me gusta caer vencida, de noche, en tu costado,
adoro ganar batallas, amaneciendo, frente a tu vientre.

Dedicado a la inspiración que revuelve mis días, que participa en mis guerras, que cocina en mi alma, que ... duerme conmigo. Con todo mi respeto y mi máxima admiración.

No hay comentarios: