La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Le punk en dosis pequeñas.

Me gustó ver ayer a Le Punk en un recinto pequeño, como es la sala El Juglar.
Recordé por un momento el sitio donde les vi por primera vez, el sitio y el día. También era invierno.
Les siento más cercanos en este tipo de recintos y también siento más cercano a quien me acompaña.
Quizás queda menos espacio para la distancia y más para la lujuria y el sexo.

1 comentario:

elniñotriste dijo...

Yo tb prefiero los conciertos en salas pekeña, compañera Se sienten mucho más cerca de la lujuria... Hace tiempo que no sé de ti, espero que todo te vaya bonito, Rebeka, que te lo mereces Hablamos pronto

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