La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Lisboa

No tengo fotos, no las necesito.
No tengo regalos, no los necesito.
Sólo tengo maravillosos paseos de tu mano, interesantes conversaciones sobre ti, sobre mí, aprendizajes a tu lado, besos, sonrisas, más risas (hasta que me doliera la mandíbula) y ... secretos.
No necesito nada más.

¡Gracias compinche!

No hay comentarios: