La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Principios

Antes, tachar nombres era doloroso.
Ahora, simplemente es necesario.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mi me pasa, a veces, y acabo borrando a esas personas del teléfono, para no tener la tentación de volver a llamarlas.