La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Alfileres y lavadoras

Me he cosido tu tacto a mi memoria
para que el tiempo no se convierta en enemigo.
Me he desnudado ante ti, no es cómodo abrazarte con coraza.
He abandonado mis miedos muy lejos de tu casa
y ya no duermo con ellos atados a la pata de cama.

No hay comentarios: