La punta de mi lengua: no soy docil, no lo quiero
La punta de mi lengua
Lo dejé marchar y no me arrastró.
Ñam
Aunque sea en la distancia,
no me mires con esos ojos que no me dejarás conciliar el sueño.
- Le dijo Caperucita al Lobo-.
Todos sabemos como acabó la historia.
El Lobo se la comió enterita, sin dejar ni uno de sus huesecitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario