La punta de mi lengua: no soy docil, no lo quiero
La punta de mi lengua
Lo dejé marchar y no me arrastró.
Un par de buenas razones
No te voy a pedir que te quedes a mi lado eternamente,
no te exigiría ni una noche entera cuidando mi alcoba,
sólo un par de caricias lentas y bien delimitadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario