La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Me pasa por cotilla

El otro día en un concierto al que acudí sola (no ha ido tan mal para ser la primera vez) compartía mesa con unas cuantas chicas que debían ser profesoras (lo supuse por los temas de los que hablaban, aunque quizás me equivoqué, ahora lo entenderán).
Reconozco mi error al pegar la oreja a su conversación pero me lo pusieron muy sencillo. Ya saben, los que visitan este blog cuál es mi trabajo y mi vocación. Comentaban, inicialmente, lo mimados que estaban la mayoría de los niños de sus clases. Hasta aquí poco que añadir, quizás no usaban las palabras que a mí me hubiera gustado, tal vez demasiado despectivo para mi gusto, pero no fue esto lo que me sacó de mis casillas.
No, me empecé a irritar cuando comenzaron a tratar el tema de los "niños paquete" (y uso sus palabras). Es decir, esos niños que no iban al ritmo de la clase, o al ritmo que ellas creían que iba la clase. Una de esas niñas "paquete" molestaba a una profesora sobremanera porque preguntaba constantemente (a lo mejor confunde falta de conocimientos con curiosidad, no sé...). y claro esa profesora ya tenía la solución, iba a devolverle la moneda de algún modo.
La verdad es que no sé qué tipo de niños tienen en sus aulas, pero estar tanto tiempo hablando de esos niños de ese modo, no me parece nada correcto. Además por lo que decían de algunos, no son niños "paquetes" sino con dificultades de aprendizaje (por los problemas de los que se reían). Quízás el fallo no esté en los niños, sino en ellas que como profesionales no saben detectar y derivar al profesional encargado de solucionar esos déficit.

Y siento la charla pero me hervía la sangre.

1 comentario:

isuntza dijo...

Pues sí, te pasa por cotilla Y por buena persona El mundo está lleno de inútiles y frustrados, que no tienen suficiente con no saber, ni ser capaces de hacer en condiciones su trabajo; si no que encima, tienen la santa moral y el enorme rostro de echarle la culpa a los realmente afectados por su incompetencia En mi trabajo los hay a patadas, pero al final, su estupidez y su mal hacer sólo les afecta a sí mismos Las máquinas de inyección de plástico, los análisis de calidad, los desarrollos en la producción en serie... no tienen sentimientos ni sufren las consecuencias El problema está cuando se trata de personas y, especialmente de niños (que son mi debilidad y la tuya, o no?) y serán las personas del mañana Si es que... los hay con muy poca vergüenza

Tu no cambies nunca, que te siga hirviendo la sangre que eso es un claro síntoma de que eres una persona especial, una persona necesaria en el mundo que nos ha tocado vivir Muxus wapisima, muchos muxus para ti, de mi parte y del niño triste!!