Antes éramos tiempo compartido entres las manos. Aquellas manos delgadas y huesudas que ya ni alcanzo a imaginar. Antes éramos treguas salvajes y apasionadas, en las que los dolores se dejaban debajo de la cama y únicamente jugábamos a amar. Enloquecer mirando nuestros cuerpos y desinhibir nuestros sentidos para enceder el fuego. Tu calor cercano a mi pecho, mi pecho redimiendo tus pecados. Antes éramos paseos sin meta exigida ni exigente. Andar sin ruta conocida o tramo marcado. La magia de convertir cualquier camino en un baile.
Antes era sencillo.Ahora es complicado.
Ahora pienso, aunque quizás me equivoque, que no nos reconoceremos el día que coincidamos en una esquina. Ahora creo que no sé quién eres y, aún peor, dudo si sé quién fuiste. Ahora, que ya no te quiero, sí te echo de menos. No extraño el amor que me dedicaste, añoro el amor que te profesé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario