La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Declaración de intenciones

Bebiendo los vientos de tu boca breve,
sedienta, sola y a oscuras.
Me muevo cómodamente entre tus posturas y tus recados,
olvidadizos y olvidados.
Luchando moriré
y alentaré los sueños que precipitan en tu cabeza.

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