Es una noche más a tu lado,
es una noche más contigo.
Aspirando el mismo aire,
sintiendo el mismo frío.
Esta vez sin vértigo,
sin bretes,
sin enredos.
Me gastas así,
salvaje y,
por las noches, entregada.
No me hieres con reproches,
ni caducos son tus abrazos,
ahí están,
regalos benditos,
siempre dispuestos.
Esta vez sin oxido en las caderas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario