La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Con tiempo

Somos menos en este tiempo impaciente y frío.
Somos menos pero estamos excasamente cansados.
La lluvia regándolo todo.
La lluvia no nos impedirá caminar.
Me preguntas ¿Qué es lo que hay que hacer para creer?
No lo sé,
a mí me basta con levantar los brazos para tocar el cielo.

Te hago reír,
que la vida sucede donde yo te hago café.

3 comentarios:

isuntza dijo...

Todo se puede disfrutar y la lluvia también Me dijiste que viviste Bilbao intensamente Vivirías entonces tb la lluvia, aprenderías a disfrutarla Sabrías que no impide caminar, que no impide nada, que limpia los pensamientos Creo en pocas cosas y aveces me duele, especialmente sabiendo que eso es dificil de cambiar Me va a tocar vivir con eso siempre

Me ha encantau una de tus entradas anteriores, la de las agujetas adorables. Es un concepto que nunca había manejado como tu lo haces Tu mérito es convertir el día a día en poesía Y mi objetivo disfrutarlo Gracias

Muxus & Rekuerdos desde nuestro Bilbo

isuntza dijo...

Pues deberías pensar que los instantes más felices de tu vida tdvía están por llegar Y por verlos escapar Además, Bilbao sigue estando en el mismo sitio; siempre esperando que vuelvas Y si vuelves... aquí estaremos los dos esperándote!

Sólo sacarte los colores ya hace que merezca la pena escribirte jaja
Muxus wapa!

Pilar dijo...

me gustan tus palabras...