La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Con el olvido como espera

El calendario sigue adelgazando,
yo mientras me desespero en el intento de olvidarte,
de dejar allá en el pasado tu cuerpo y mi delito.
No estás,
pero yo te siento cerca.
Te fuiste,
pero yo aún te huelo.
No vivo de la esperanza que se escapó
volando,
cual mariposa al calor de otros besos.
Entendí que tu pecho ya no es mi castillo.
Lo extraño es que yo sigo en el mismo sitio,
esperando que bajes tu puente elevadizo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Olvidemos lo que ya sucedió, pues puede lamentarse, pero no rehacerse." Tito Livio

ro dijo...

ES hermosa la imagen del puente levadizo y el castillo. Besos