Porque nadie entenderá lo grande que fue nuestro amor.
Ni el tiempo que nos resta por jugar.
Porque de mi cuerpo a tu alma siempre habrá una cuerda que nos una.
Porque la vida es dura por el fin de la amargura.
Porque eres el chico de la sonrisa eterna y sana.
Porque me pasaría la vida entera enredada entus piernas, haciéndote el amor: mañana, tarde y noche. En todas las lenguas, de todas las formas.
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