La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Horas al anochecer

Ya llego.- Dice una chica rubia por teléfono a su madre, a su novio o a quien sea, mientras desciende del autobús.

Ya estoy casi en la puerta de casa.- Dice otra mujer por el móvil a quien sea que hay más allá.

Ya estoy cerca.- Me digo yo a mí misma.

Ayer los telefonillos, hoy las conversaciones. Volver a casa es dulce, siempre.

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