La punta de mi lengua: no soy docil, no lo quiero
La punta de mi lengua
Lo dejé marchar y no me arrastró.
Congelamos lo que fuimos
Se me olvidó recordar
que si los pájaron emigran es que llega el frío
y la ausencia de tus horas en mi ombligo.
Porque el cuerpo se queja
no de los quehaceres,
sino de la falta de abrigo.
Congelamos lo que fuimos hasta que se rompa
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario