La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Palabras que no se deben pronunciar

Te dije cosas bonitas...
y se quedaron pequeñas con respecto a lo que sentía.
Las palabras no pueden encerrar los sentimientos.
Los sentimientos se liberan solos, no hay quien los detenga.
¿Supiste alguna vez lo que sentía?
¿Entendiste alguna vez esa forma de ser y no de estar?

Hay palabras que no se deben pronunciar porque una vez que se dicen viajan con el viento. Y a veces, retornan a su casa, vuelven, a veces, se acomodan de nuevo en los oídos.
Y es tu voz diciendo lo que ya no quiere decir.

No hay comentarios: