La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Mis siete sonrisas diferentes

Formas de sonreír, diferentes modos de afrontar la vida en función de qué sienta y qué ansíe.
Mi primera sonrisa es la cotidiana. La que surge todas las mañanas camino del metro cuando voy hacia mi trabajo porque simplemente me siento bien, me siento afortunada por tener la vida que tengo.
Mi sonrisa tímida. Esa aparece cuando hablo o me relaciono de algún modo con una persona que me interesa, no sólo a nivel de atracción física sino también intelectual.
Mi sonrisa carcajada. Cuando alguien cuenta algo realmente divertido y ocurrente. Si es solamente divertido no surge la carcajada verdadera.
La sonrisa estúpida. No podía faltar, la sonrisa que nace cuando digo una estupidez o bien la cometo. Podéis imaginar que esta la uso bastante.
Mi sonrisa de carnaval. Esa es la máscara de los malos momentos, la que uso cuando me siento mal pero no quiero decirlo y me esfuerzo en vivir ese momento con la mejor cara que puedo.
Mi sonrisa se hace pequeña cuando siento miedo, pero sigue siendo sonrisa. Es una forma de disimular el pavor que me dan ciertas cosas.
Mi sonrisa. La de verdad, la de la felicidad, la que se me escapa y no controlo. La que aparece repentinamente es momentos perfectos...

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