La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

LAGRIMITAS


Hace tiempo, no mucho, levantarme era llevar a cabo todo un ritual.
Me preparaba el café bien cargadito para aguantar los largos días,
me duchaba,
daba los buenos días al chico más lindo del mundo
y bailaba un ratín Ojos de brujo y Camarón.
Así era fácil empezar los días de buen humor y coger impulso para saltar aún más alto.

Hoy ya no se escucha esa música,
no quiero bailar cuando mi cuerpo me pide descanso y quietud.
No quiero más pasiones pasajeras, alegría de porcelana y palabras errantes.
No quiero que me regalen nunca más una felicidad mentirosa.

Me estoy apagando.


Nostalgia,
agujetas,
miedo,
desamparo,
temor,
soledad,
angustia.

No hay comentarios: